jueves, 31 de marzo de 2016

Restauración... pero de la otra

En esta ocasión quiero recuperar unos trabajos realizados el pasado verano relacionados con la Restauración.... pero no de muebles, ya que lo que hicimos fueron nuevas creaciones en su mayor parte, me refiero esta vez a la de los Restaurantes. Fueron varios trabajos para un mismo Cliente por lo que los dividiré en dos entradas para que no resulte muy pesado en una sola.

Todo comenzó allá el pasado mes de julio en el que recibimos la llamada de un conocido para pedirnos que fuéramos a echarle una mano a un restaurante vecino - competencia, pero sana por lo que se ve -, el cual había abierto recientemente y que necesitaba añadir algunos elementos a la decoración y solventar varias carencias que con las prisas habían quedado pendientes. De ese modo, concertada la cita, allí nos presentamos listos para introducirnos en la otra restauración.
 
El local no estaba mal, recién reformado, amplio y despejado, pero en este caso, demasiado despejado, y ahí es donde entrábamos nosotros. Habían abierto a la carrera centrándose en lo básico para poner en explotación el negocio, y como habían inaugurado en pleno verano, y lo que estaba funcionando en ese momento era básicamente la terraza exterior, no se habían preocupado excesivamente por la decoración del interior. Ahora, ya con más calma tras los agobios iniciales, era el momento de prestarle atención al local esperando que la llegada del otoño invitara a los Clientes a entrar, para lo cual todo tenía que estar preparado para un recibimiento adecuado.
Aspecto original del comedor
Entre las peticiones figuraba algún elemento que dividiera espacios y disminuyera la sensación de falta de intimidad de los comensales que se alineaban con el perímetro que formaban los bancos que recorrían el contorno del local. También había que pensar en algo que diera color al espacio central que en ese momento se encontraba totalmente despoblado a la espera de recibir nuevas mesas, para sustituir las trasladadas a la abarrotada terraza exterior. Por último había que construir dos muebles para cubrir las necesidades del personal: un estante para colocar copas y un mueble para el servicio.

Y empezaré por esto último. Lo primero que hicimos fue hablar con el jefe de sala, principal afectado, que nos expuso sus necesidades, lo que nos sirvió de orientación para plantear el diseño. Necesitábamos crear un mueble simple y ligero, que encajara en el hueco que tenía entre la puerta de entrada y la barra de manera que fuera fácilmente accesible a los camareros y que tuviera espacio suficiente para albergar todo lo necesario para el servicio de las mesas.


Creamos una sencilla estructura en DM, con tres estantes para colocar manteles, servilletas y demás atrezzo para las mesas, con unas cubetas inclinadas en la parte superior para contener los cubiertos. Finalizada la estructura, se pintó de azul interiormente y tanto el exterior como el fondo se forró con láminas de papel - como no, marca de la casa -. Una vez barnizado se le colocaron unas ruedas para que en caso de necesidad se pudiera desplazar por el local, o incluso al exterior si las necesidades del servicio lo requería.
Mueble finalizado

Lo siguiente fue construir un mueble para las copas. Aquí tampoco había mucho margen para la creatividad, primaba la practicidad. Tenía que dar cabida a la mayor cantidad posible de copas en el espacio disponible entre los estantes de la pared trasera de la barra. El restaurante había potenciado como uno de sus elementos distintivos la  coctelería, que trataban de cuidar al detalle, lo que requería para ello de gran cantidad de copas de diferentes formas y tamaños, desde tradicionales copas de vino hasta los más variados formatos para los cócteles más vanguardistas.

Se diseñó una simple estructura de doble marco con listones perpendiculares en cada uno de los niveles que permitían la colocación de las copas boca abajo quedando sujetas por la base. Toda la estructura fue realizada con madera de palets reciclados, tratados convenientemente y tintados en el mismo color que las estanterías ya colocadas en la pared a la que iba destinado, para no romper el conjunto.



Mueble copero finalizado
P.D.: De éste último mueble me guardo un par de anécdotas sobre el montaje, solo diré que darían para el guión de un capítulo completo de Mr. Bean - y no, no rompimos nada si es lo que estáis pensando -.