martes, 19 de mayo de 2015

Piramide Psicodélica

Con el objetivo de seguir acumulando material para el lanzamiento del nuevo proyecto comenzamos con otro trabajo.
Estado original
Se trataba de un mueble adquirido a un particular contactado a través de una página de Internet de compra-venta. Ésta es una opción de fácil acceso en la que se pueden encontrar cosas interesantes, y a buenos precios, que es de lo que se trata. Era un mueble que me pareció atractivo únicamente por su forma piramidal ya que, ni era antiguo, ni aparentemente parecía que fuera de madera de buena calidad.

Se adaptaba perfectamente a una idea que tenía en mente hacía tiempo consistente en una cómoda de varios cajones y cada uno de ellos de un color distinto. No es que fuera algo innovador, pero tenía ganas de hacer algo así y esta era la oportunidad.

Con la cómoda ya en el taller, nos pusimos manos a la obra. Lo primero, tras desmontar los tiradores, y no me canso de repetirlo - si de hacerlo - fue lijar y preparar la superficie para el pintado.

La parte inferior del mueble, la que apoya sobre el suelo estaba algo dañada por lo que previo al pintado hubo que realizar un trabajo de restauración de la madera para fortalecerla y evitar que continuara deteriorándose. 

Sí teníamos claro que la estructura principal iba a ser de un único color, la fiesta vendría dada por los cajones. Lo cierto es que no hubo muchas opciones para pensarlo, no se si es que Eva quería evitar que lo pintara de mi azul - prometo que lo he dejado... de momento -, pero cuando me vine a dar cuenta ya estaba pintado a medias de verde claro, podéis llamarlo Caribe - o como más os guste no voy a entrar en la discusión por que ya sabéis de las limitaciones de la paleta de colores de los hombres en comparación con la de las mujeres - pero era bastante llamativo, en la línea de lo que pretendíamos y me pareció apropiado.


Tanto al tablero superior como a la parte inferior del mueble se le dio un fondo verde oscuro - mi paleta de verdes se limita a claro, oscuro y verde a secas,... y apurando, verde militar, ¿que es eso de verde pistacho, aceituna y cosas por el estilo? - sobre el que se pintó con el verde claro dejando entrever el primero sólo en algunas zonas, reproduciendo un efecto de desgaste curioso.


Tras ésto, pasamos a los cajones, que finalmente decidimos forrar de papel, tanto exterior como interiormente por lo que nos pusimos a buscar láminas apropiadas que le dieran colorido al conjunto, que es de lo que pretendíamos.

Fuimos probando diferentes combinaciones de colores, formas y motivos, y ante la gran cantidad de opciones que se nos presentaban y las dudas que nos asaltaban, tiramos por la calle del medio y sin darle demasiadas vueltas comencé a pegar láminas, empezando por la cara exterior. Con los cajones superiores - los dos primeros - no hubo problema, el tamaño de las láminas era suficiente, pero para los inferiores fue necesario recortar y realizar montajes para cubrir la superficie completamente.

Terminado el exterior pasamos al interior. Una vez elegidas las láminas que iba a poner, se pintó cada uno de un color diferente: negro, beig, azul, verde y salmón - este último es un extra de mi paleta de colores -,  buscando cierta consonancia con el papel seleccionado para el interior con el fin de mantener una cierta coherencia - no era cuestión que pareciera que cada combinación era de su padre y de su madre -.

Detalle de interior de cajones
Si en algunos casos hay cierta relación entre colores exteriores e interiores se puede decir que fue casi por casualidad ya que no consideré importante esta cuestión dado que lo normal es que los cajones estén cerrados y por tanto no hay conflicto estético, por llamarlo de alguna manera.

Sólo faltaban los tiradores, y después de barajar varias opciones y perder el tiempo buscando distintos modelos y combinaciones, optamos por lo más simple - que a veces es lo más efectivo -, colocar los tiradores originales, previo pintado en el mismo color que la estructura del mueble. Con ésto y el mismo color en el canto superior de los cajones manteníamos un nexo de unión entre el colorido de los mismos y la estructura principal.

Después, simplemente se protegió todo el conjunto con barniz, y una vez seco, se colocaron los cajones y listo. El resultado final lo podéis ver a continuación, un tanto psicotrópico, pero eso si original cien por cien.  



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