jueves, 23 de octubre de 2014

Reciclando en el sótano

Tengo un vecino, frente a mi casa, que tiene una pequeña empresa, y un día que pasaba por delante de su negocio me fijé en unos palets que tenía amontonados en la puerta. Llevaba tiempo pensando en hacer un sofá para la guarida del sótano, así que éste fue el empujoncito que necesitaba para poner en marcha el proyecto. Favor mutuo, él amablemente me regaló los palets y yo le evité un viaje al punto limpio.

Los tuve varios días apilados en el sótano y de buenas a primeras, una mañana me levanté y me puse manos a la obra sin tener muy claro lo que quería hacer en un principio. El único condicionante era que tenía que tener las dimensiones para aprovechar el colchón y los cojines que colocados sobre unas cajas de parqué sobrantes hasta ahora hacían la función de sofá (hay que aprovechar todo).

Cogí la caladora, el martillo, clavos y empecé a cortar y unir piezas. Un palet por aquí, medio por allá, unos laterales de una vieja estantería de reposabrazos, una balda para hacer un rincón para colocar cosas, al que le añadí una caja de plástico con tapa (si, de esas de una famosa tienda sueca) que agujeree para introducir una regleta y esconder todos los cables y adaptadores que siempre andaban tirados por el suelo (esto lo había visto en una página de reciclaje), y la cosa fue tomando forma. Por último, con unos portalámparas viejos (no homologados ya, no se lo digáis a nadie) le añadí luz ambiente en la parte inferior.

Estructura Completa
Detalle Recogecables y luz
Ya sólo faltaba colocar el colchón, una funda, los cojines y conectar la luz al enchufe, y este es el resultado final, sofá convertible en cama para algún rezagado, que ya nos ha sacado de más de un apuro.

 
Vestido para la ocasión


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